Su nombre deriva de la mandola; la mandola es a la mandolina lo que la viola a un violín, es decir, que es está una quinta por debajo de la mandolina. Esta última recibe este nombre por ser el antepasado de la mandola, además de que, en italiano, significa simplemente "mandola pequeña". La mandolina tiene la misma afinación que el violín (sol-re-la-mi) siendo el Mi la afinación de la cuerda más grave y el Sol la más aguda.
La mandolina nace en Italia, en el siglo XVI, y a partir de este siglo, grandes compositores comienzan a utilizarla en sus obras; es el caso pues, de Vivaldi, Mozart (que la usó para óperas), Beethoven o Paganini.
Aunque la mandolina se ha popularizado en música del estilo folk, se dan variantes de este instrumento, que permiten acomodarla a varios estilos musicales. Estas variantes son:
- Mandolina italiana. Es típica, valga la redundancia de la música italiana. Tiene la caja piriforme y la boca ovalada, además de estar compuesta por dos piezas. Se usa para música clásica.
- Mandolina folk. Tiene la boca, a diferencia de la mandolina italiana, redondeada; algo que aumenta su sonoridad. Se ha variado para utilizarse en la música brasileña, por ejemplo.
- Mandolina bluegrass. Muy popular en este estilo musical, hay diversas variantes. La más conocida es la marca "Gibson" popularizada en los EEUU.
- Bandola. De los primeros tipos de mandolina que se utilizaron. Su uso comenzó en España y duró hasta el siglo XV; tras esto, su influencia llegó a muchos países de Sudamérica.
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